RIU Maspalomas, reabre un clásico de Gran Canaria

Enfrente de la Duna de Maspalomas, una de las vistas más icónicas de Gran Canaria se ubica el hotel RIU. Tras cinco meses de reforma, en los que Comersan ha sido parte activa de todas las zonas, se ha vuelto a abrir y las reservas son constantes. Los responsables del hotel comentan que la búsqueda continua de luz natural, vais a ver qué papel tan fundamental juegan las cortinas, y los colores tierra del archipiélago, son los ejes del trabajo de diseño.

Si quieres ver los nuevos rincones de este hotel cinco estrellas, pensado solo para adultos, no te pierdas ninguna de las imágenes...

Espacios comunes, desde el hall al restaurante

Siempre es un placer participar en la reforma de un hotel, mucho más si hablamos de un sitio único como el RIU Maspalomas. En este caso, la entrada mantiene su estética tradicional, pero con importantes novedades como las cortinas que cubren los grandes ventanales. La importancia de captar la luz de la isla queda solventada con dos grandes caídas que impactan por su altura.

Espacios comunes del hotel RIU Maspalomas con las cortinas

Del mismo modo, en el restaurante cubrimos los grandes ventanales con estores en tonos tierra. De esta forma, se protege el sitio de la luz, se preservan las vistas a la mítica playa y se crea un ambiente más confortable.

Por último, hablando de las zonas comunes es importante hacer referencia a los pilares forrados. Un trabajo completamente exclusivo y pensado para este proyecto. Al desarrollar todo el proceso de diseño, fabricación e instalación en contract, podemos enfrentarnos a cualquier reto.

Zonas comunes del hotel RIU Maspalomas

Las habitaciones, el corazón del hotel

Aunque las zonas comunes son muy importantes, los dormitorios son la parte central de cualquier hotel. En tonos tierra y ocres, pensando en las dunas al atardecer o los colores propios de Gran Canaria, encontramos las habitaciones.

Un diseño único donde desde Comersan se ha instalado las cortinas y plaid imitando el papel pintado. En las cortinas se optó por un ocultante (Blacksan) y un visillo para controlar mejor la entrada de luz e intimidad.